
Y algo que también me ha hecho valorar mucho esa capacidad, es el acceso que he podido tener a una inagotable fuente de conocimientos sobre lo que implica el desenvolvimiento de un músico en todos los ámbitos de su carrera: el estudio, la disquera, el mercado, la industria. Conocimientos compartidos por muchos expertos... en inglés.
Si quieres entender el uso de un compresor en el estudio de grabación sin esperar a que la experiencia te lo enseñe, tienes que entender su manual en inglés. Si quieres prepararte para estudiar el contrato que te propone la disquera sin la asesoría de un abogado especialista en el tema (que son poquísimos, por cierto), puedes leer alguno de los centenares de libros que se han escrito sobre el asunto... en inglés. Si quieres aprender a usar Twitter para tener una comunicación más directa con la gente que sigue tu música (tal como lo hacen Lenny Kravitz, Jon Anderson, Trent Reznor y Mayré Martínez), se escriben un montón de artículos diarios con consejos específicos para músicos... en inglés. Si buscas saber más sobre las nuevas tendencias en la industria musical porque eres un artista independiente que quiere estar a la vanguardia llevando tu carrera de una manera más empresarial ya que, más allá de ser tu pasión, es también tu medio de sustento en un negocio muy competido, puedes visitar alguno de los miles de sitios en Internet plenos de información al respecto... en inglés.
Por supuesto que hay fuentes en español y academias de música más modernas que imparten cursos complementarios que trascienden el do-re-mi y los ejercicios con metrónomo y se enfocan en otros aspectos del quehacer musical, pero son alarmantemente escasos, poco accesibles o sumamente caros. En muy pocos sitios en Latinoamérica se ha llevado la preparación del músico al siguiente nivel o han surgido iniciativas como las de Músico Emprendedor en Argentina. En Caracas, que es uno de los centros editoriales de la región, si vas a la sección de música de la mejor librería, sólo conseguirás títulos como "Aprenda a tocar guitarra" o la biografía de Ricky Martin(*); mientras que en países como Canadá, Estados Unidos y el Reino Unido, la bibliografía sobre todos los temas de la carrera musical es abundante y conforma una sección obligada en toda tienda de instrumentos; se pueden escuchar emisoras de radio centradas en lo que implica la labor del músico; y se puede asistir a numerosos congresos sobre derechos de autor, el uso de la Internet 2.0, las relaciones con medios de comunicación, y una infinidad de temas dedicados exclusivamente a quienes trabajan con música. Es todo un movimiento de profesionales cuyo propósito es compartir nuevos conocimientos para mejorar una industria milmillonaria que es tomada muy en serio.
En Latinoamérica, si quieres ganarte un Grammy, prácticamente es requisito haber trabajado en Miami, porque por esos lados está el saber, no sólo las conexiones para el impulso internacional. Es una generalización fuerte, pero no muy alejada de una realidad hispanoamericana que aún no ve como algo normal escuelas al estilo de Berklee. Mientras algo así se desarrolla, sólo queda aprender inglés y leer mucho para evitar que la sabiduría nos llegue por puro empirismo.
(*) Hoy en la tienda Amazon, el término "industria musical" me arrojó 58 títulos en la sección de libros. El término "music industry" produjo 25.247 resultados.
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